Mitad del mundo
Sinopsis
En 1987, en los años más duros del duro régimen pinochetista, 77 actores y actrices fueron amenazados por la dictadura militar con ser expulsados del país si no cesaban en su actividad artística. “Expulsados del país” era un eufemismo si tenemos en cuenta cómo se las gastaba el régimen y el dato, nada trivial, de que las notas de amenaza estuviesen manchadas de sangre. Ante este hecho, el sindicato de actores y actrices Sidarte pidió ayuda a numerosos artistas, actores y cantantes a nivel internacional. Leves muestras de solidaridad en forma de cartas y grabaciones en vídeo llegaron desde España, Estados Unidos, Francia… Pero uno de los actores contactados, quizás el de mayor fama y éxito aquel entonces, Christopher Reeve, el auténtico Superman, hizo algo más que enviar una muestra de solidaridad. Ariel Dorfmann, el dramaturgo que le llamó, relata que pasó unos segundos callado después de que le comentase lo grave de la situación, y entonces dijo: “Exactamente, ¿en qué puedo ayudar?”.
Reeve pasó siete días en Santiago de Chile tratando de mediar con la dictadura militar de Pinochet para la liberación de estos 77 actores y actrices pertenecientes al sindicato Sidarte. Dice la historia que nunca llegó a encontrarse con Pinochet. Pero la historia también nos dice que los 77 recibieron, poco tiempo después y de manera inexplicable, la carta de libertad. En cualquier caso, ésta no es una historia sobre el heroísmo de Reeve, más grande aún fuera de la pantalla que dentro de ella. Tampoco es éste el retrato de un país partido por la crueldad… Ésta es simplemente la historia de amor de un hombre que nunca pudo amar.
Título: Mitad del mundo
Direccción: FRAN PEREA
Autor: PABLO DÍAZ MORILLA
Ayudante de dirección: Rocío Vidal
Música original y espacio sonoro: Fran Perea y Ana Loig
Escenografía y videocreación: Dita Segura y Juliana Gemma
Iluminación: Michael Collis
Coordinación técnica: Pablo Lomba
Vestuario: Tatiana de Sarabia
Caracterización: Katy Navarro
Diseño del cartel: Paloma Ramoino
Agradecimientos: ESAD de Málaga, Pablo García, Sebastián Sarmiento, Cía. La Imprudente,
Carlos Zamarriego, Rafa Gil y Maite Perea
Diario Sur
¿Puede un ser sin escrúpulos en matar a quienes no comulguen con las ideas que él impone y sin empatía con el sufrimiento de sus víctimas tener capacidad para amar a alguien que no sea él mismo?
… unos potentísimos personajes, muy bien diseñados en carácter y en sus respectivas convicciones morales, más el delicioso personaje de la cantautora, que sirve de engarce entre escenas….
… Una excelente realista y onírica puesta en escena en la que la dirección desarrolla un perfecto esquema tensional…
…Cuenta además este excelente montaje con la magistral interpretación que Miguel Guardiola ofrece del personaje del brutal general dictador y Javier Márquez en el Reeve Superman, hábil e incisivo mediador, más la magia de Ana Loig…
… Un producto teatral de primera…
Málaga hoy
… Todo este juego encuentra el subrayado más preciso, el matiz más apropiado y la concreción más sabia en una dirección a cargo de Fran Perea magistral, acertado a la hora de hacer confluir los distintos planos narrativos y musicales y de llevar al juego a soluciones escénicas pequeñas pero de resolución espectacular. …
El reparto, con un esmeradísimo y veraz Javier Márquez, un gigantesco Miguel Guardiola y una proverbial Ana Loig que sostiene el tablero más de lo que parece, brilla tocado por la gracia. Ganamos todos.
“No puedes volver atrás”, cantaba Víctor Jara…
Ojalá pudiéramos.
Por más esfuerzos que he hecho en practicar la empatía, oiga, nunca he entendido cómo una persona puede infligir tanto dolor a otros seres humanos…
¿Cuáles son las diferencias entre tú, que estás ahí a punto de ver Mitad del mundo, o yo, que estoy escribiendo estas líneas… y alguno de los dictadores que han dejado tras de sí tanta muerte y desolación?
¿Estaríamos cerca de convertirnos en algo así? ¿Podríamos llegar a ser una bestia que aniquile todo lo que no le gusta o convenga? ¿Qué motivos nos llevarían a hacerlo?
Pinochet murió en el año 2006. Las miles de heridas que abrió nunca podrán ser cerradas y, lo peor, se ejercieron con la mayor impunidad. Y ese mensaje se lanzó al mundo. Nunca fue juzgado por sus crímenes. Así se escribe la Historia.
Pablo Díaz Morilla vuelve a ponernos delante de nuestra propia condición humana y lo hace con una carga de crudeza y poética difíciles de igualar.
Eso es lo que más me llamó la atención al leer el texto. Cómo escribir sobre este tema y no dejarse llevar por la tentación de lo panfletario… Entre toda esa poética, como digo, Pablo nos plantea que otro mundo es posible y nos interpela, nos anima a que formemos parte, junto a sus personajes, de un juicio a nosotros mismos… En ese estrado se escucharán muchos testimonios, y se situará a la Palabra como protagonista. Habrá incluso lugar para algunas del Nobel de Literatura Bob Dylan: “¿Cuántas vidas tendrá que arrebatar un hombre antes de darse cuenta de que son demasiadas?”
Espero que un soplo de viento les responda. Viajen con nosotros y quédense con la parte que más les interese.
Yo trataré de centrarme en dos asuntos: la Historia, que no se equivoca. Y el amor, sin edulcorar, como única salida.
Ay. Suerte que tenemos el teatro como aliado”.
Fran Perea, director de escena